Garrosh Grito Infernal

Garrosh Grito Infernal (Garrosh Hellscream en algunas fuentes) fue el Jefe de Guerra de la Horda, sucesor de Thrall, que dejó el trono en la Devastación.

Garrosh creció en Draenor a la sombra de su padre, el gran guerrero Grommash Grito Infernal. Como Jefe de Guerra del clan Grito de Guerra, Grom fue el primer líder orco que bebió la sangre de Mannoroth, subyugando a los orcos a la voluntad de la Legión. Antes de esto, Garrosh se encontraba entre el grupo de orcos que habían contraído la viruela roja. Habían estado en cuarentena en la lejana Nagrand, lo que les permitió escapar de la corrupción demoníaca. El joven Grito Infernal pasó años avergonzándose de su padre hasta que conoció a Thrall y se enteró de la heroica redención de Grom. Desde entonces Garrosh ha abrazado su potencial como líder fuerte, de forma más notable en Rasganorte, donde dirigió el avance de la Horda a través de la Tundra Boreal y se ganó los corazones de su gente. Inflexible y ferozmente orgulloso, Grito Infernal pretende restaurar la gloria de los orcos por cualquier medio.

Mientras que preside la nueva guerra contra la Alianza, el brutal reinado de Garrosh ha provocado relaciones desesperadamente tensas dentro de la propia Horda. Su destino final cuando la guerra en Pandaria alcance su punto culminante, donde se enfrentará tanto contra sus odiados enemigos como contra un levantamiento dentro de sus propias filas.

Características generales

  • Nombre: Garrosh Grito Infernal
  • Título: Señor de la Guerra de los Grito de Guerra, Jefe de Guerra de la Horda, Señor supremo de la Ofensiva Grito de Guerra, Hijo de Grito Infernal
  • Género: Masculino
  • Raza: Orco mag’har (Humanoide)
  • Clase: Guerrero
  • Afiliación: Horda de Hierro, Clan Grito de Guerra
  • Antiguas afiliaciones: Clan Grito de Guerra (Ofensiva Grito de Guerra y Warsong Outriders), Orgrimmar, Horda, Mando Grito Infernal, Ofensiva de la dominación, Mag’har, Horde verdadera, Fuerzas de los Dioses Antiguos (indirectamente)
  • Ocupación: Señor de la Guerra de los Grito de Guerra, Jefe de Guerra de la Horda verdadera y cabecilla del clan Grito de Guerra, antiguo líder de la Horda y la Expedición de la Horda, Señor supremo de la Ofensiva Grito de Guerra, Jefe del Bastión Grito de Guerra, asesor personal de Thrall, y uno de los jefes militares de los Mag’har
  • Localización: Tierras Altas Crepusculares, Pandaria, Grommashar, Piedras de Profecía, Nagrand, Tundra Boreal, Campos del Torneo Argenta, Coliseo Argenta, Ciudadela de Corona de Hielo, Orgrimmar, Bosque de Argénteos, Sierra Espolón
  • Estado: Fallecido
  • Allegado(s): Grom (padre) Golka (madre)
  • Mentor(es): Gran cabecilla Caminarrisco, Thrall, Varok Colmillosauro
  • Compañero(s): Malak (montura)

Biografía

Garrosh es el hijo de Grom Hellscream y nació en Draenor. No se conoce mucho acerca de su juventud pues aparece por primera vez luego de la Segunda Guerra. Pero se sabe que, a diferencia de los demás orcos, no bebió la sangre de Mannoroth.

Más allá del Portal Oscuro

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Durante la invasión humana a Draenor, muchos Mag’har, los orcos incorruptos que se establecieron en Garadar, una fortaleza en Nagrand, enfermaron a consecuencia de la peste roja. Garrosh se encontraba entre ellos.

Kargath Garrafilada los visitó en busca de guerreros que lo ayudaran. Garrosh le preguntó por su padre, y quiso unírsele pero Kargath, al ver el estado en que se encontraban los Mag’har, los ignoró e insultó llamándolos “débiles que no se merecían el apelativo de orcos” y que harían un gran favor a la Horda si morían. Tiempo después, Garrosh preguntó a la Abuela Geyah sobre su padre, pero la respuesta que obtuvo no es la que esperaba. La responsabilidad directa de Grom Hellscream en la corrupción de los orcos haciéndoles beber la sangre de Mannoroth condujo a Garrosh a una profunda depresión.

Redención en Terrallende

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Garrosh se convirtió en uno de los líderes más importantes de los Mag’har, los orcos incorruptos establecidos en Garadar, en la parte central de Nagrand. Recibió la ayuda de Jorin Mortojo, hijo de Kilrogg, el fundador del clan Foso Sangrante. Al principio Garrosh se encontraba decaído, pesimista e incluso depresivo ya que le preocupaba mucho el estado de salud de la matriarca del clan, la Abuela Geyah, que estaba enferma. Sabía que cuando ella muriera, él debería asumir el liderazgo de los Mag’har, lo que le podía ocasionar no pocos problemas, ya que pensaba que estaba destinado a cometer los mismos errores que su padre, que sucumbió a sus debilidades bebiendo la sangre de Mannoroth para conseguir más poder.

No hacía mucho, Garrosh se avergonzaba de su padre. Lo último que sabía de él era que se había corrompido. No fue hasta la llegada de Thrall a Nagrand cuando supo de la heroica muerte de su padre. Tras conocer que Grom había dado su vida por la liberación de los orcos, renació en él un fuerte sentimiento de fortaleza y confianza hasta el punto de no creer más que su destino era fallarle a su pueblo.

Reunión en Theramore

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Tras regresar de Terrallende, Thrall se trajo consigo a Garrosh, para que ejerciera como su consejero, cargo al que se unió más tarde, el maestro de gladiadores Rehgar. Rehgar y Garrosh tenían puntos de vista diferentes que los hacían discutir a menudo. Mientras Garrosh pretendía destruir a los humanos y conquistar Azeroth, Reghar prefería conservar el pacto de no-agresión vigente. Mientras, Jaina convocó a Thrall de manera repentina para una reunión importante donde le comunicó que el Rey Varian había vuelto a Ventormenta tras mucho tiempo desaparecido.

Previendo la importancia de las consecuencias futuras, Thrall decidió reunirse con el líder de los humanos, junto a sus consejeros Rehgar y Garrosh y un destacamento de la guardia Kor’kron. Reghar recomendó a Thrall dejar a Garrosh en Orgrimmar dado su odio a los humanos pero el Jefe de Guerra pensó que sería una buena idea que Garrosh reconsiderara su actitud, estando presente en un encuentro pacífico con aquellos a los que no profesaba simpatía.

Los orcos viajaron en zepelín a Theramore, donde se discutió con Varian algunos aspectos básicos en los que ambas facciones saldrían ganando. Hablaron de su pasado y de los problemas por acceder a determinados recursos naturales. Los orcos necesitaban madera, por cuya posesión se hallaban en eterna disputa con los elfos de la noche mientras que los humanos necesitaban cobre. Varian le ofreció a Thrall un intercambio si incluía además algunas pieles exóticas. Tras la negociación, Varian se excusó al tener que irse de inmediato a Villadorada y Costasur que estaban siendo amenazadas por la Plaga. Mientras salía de Theramore, el Martillo Crepuscular invadió la ciudad por lo que tanto la Horda como la Alianza se dispusieron a defender el enclave humano. Varian notó la presencia de Garona, lo que le llevó a pensar que Thrall la había mandado allí para asesinarle tal y como hizo el Consejo de las Sombras en el pasado con su padre, el Rey Llane. A medida que la batalla se prolongaba, el Martillo Crepuscular empezó a avanzar posiciones. Med’an, el hijo de Garona que se encontraba en Theramore, entró en acción para proteger a su madre mientras los miembros del culto oscuro, la dejaban morir mientras pretendían secuestrarlo.

Garrosh culpó a la Alianza del ataque mientras que Varian hizo lo propio con la Horda, responsabilizando personalmente a Garrosh. Thrall, Rehgar, Valeera y Jaina sin embargo confiaban los unos en los otros y empezaron a pensar en otra solución para los inminentes ataques de la Plaga y del clan Filo Ardiente. Este ataque minó las buenas intenciones iniciales con que se iniciaron las conversaciones entre Thrall y Varian, sembrando la desconfianza mutua entre orcos y humanos. Cuando todo hubo acabado, Thrall y Garrosh regresaron a Orgrimmar.

Corazón de guerra

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Garrosh aparece como protagonista en la historia corta Corazón de Guerra. En esta historia, Garrosh recuerda su primera visita a Orgrimmar. Ya que era el primer Mag’har en llegar a Orgrimmar, muchos lo observaban con curiosidad y otros con temor. Encontró un orco anciano que combatió en la Primera Guerra que luchó junto a su padre. El soldado retirado le dijo que estaba orgulloso de saber que su pasado no se había perdido del todo, que hacía que tengan esperanza en el futuro y que si pudiera, serviría a Garrosh. “Harás que tu gente esté orgullosa”, le dijo.

Sin embargo, no todos estaban contentos con el heredero de Grom. Una orca llamada Krenna veía a Grom como el que introdujo la maldición de sangre a la Horda. Gracias a Krenna, Garrosh vio la dura realidad que los orcos enfrentaban. Era muy difícil vivir en Durotar. Durotar es un desierto, crear granjas era imposible. Aunque los mercados estaban llenos, todo lo importaban de otros lugares. Aunque Vallefresno era un excelente lugar para vivir, Thrall prohibía asentarse ahí. Y en lo referente a seguridad, dijo que la Alianza se adentraba más en sus tierras cada día. Esto causaba que orcos como Krenna queden frustrados y amargados con el liderazgo de su pueblo.

Garrosh se enfureció por insultar a Thrall y a Grom y amenazó atacarla si continuaba con su actitud de traicionera. La hermana de Krenna, Gorgonna, intervino antes de que brotase la sangre y obligó a Krenna a retirarse. Krenna se fue dejando a Gorgonna pidiendo disculpas a Garrosh. Gorgonna le dijo a Garrosh no entendía que la razón de vivir en Durotan era una forma de castigo por los crímenes que su raza había cometido en la Primera Guerra. Garrosh enfadado por esas palabras dijo que su gente hizo lo que tenía que hacer para sobrevivir, pero ¿por qué sus niños que no tuvieron nada que hacer en la guerra, tendrían que sufrir por los pecados de su padre? Gorgonna le mostró su piel verde diciéndole que Garrosh no le debía nada a nadie porque ellas no eran como él.

Garrosh quedó conmocionado al pensar que Thrall nunca sería tan poco razonable. Quedó muy irritado por las palabras de Krenna. Cuando más pensaba en sus palabras y meditaba, terminaba cada vez más frustrado e impaciente. Garrosh se decepcionó con la falta de acción de Thrall frente a la Alianza y la Plaga, decepcionado de tener que dividir los recursos y fuerzas de los orcos para ayudar a las otras razas de la Horda en sus problemas, frustrado al ver que la Plaga había infectado sus alimentos con peste y la lluvia de la muerte había caído sobre ellos mientras Thrall se negaba a liberar el poder completo de la Horda. Garrosh estaba determinado a preservar Orgrimmar, incluso si tendría que forzar la mano de Thrall para hacerlo.

Consejo de guerra

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Garrosh viajó a Orgrimmar para reunirse con Thrall, Sylvanas, Varok Colmillosauro, Putress y Rehgar y discutir sobre qué hacer con La Plaga. Desde el principio, Garrosh planteó llevar al ejército de la Horda a Rasganorte para luchar allí, haciendo bueno su razonamiento de que la Horda debería tener control en todo Azeroth. Thrall, tras consultar con Varok y los espíritus, se mostró favorable a enviar primero a una avanzadilla de reconocimiento al continente helado antes de mover a todas sus tropas, tal y como le confesó Jaina en una reunión en la que el líder orco quiso saber cual era la posición de Alianza al respecto. Frustrado, Garrosh escuchó como Thrall le decía que no debía cometer los errores de su padre, esto enfureció a Garrosh que se lo tomó como insulto y retó a Thrall a un duelo en el Círculo del Valor para solventar la cuestión.

Los orcos lucharon y la batalla era muy equilibrada pues no parecía que hubiera un vencedor claro, aunque Garrosh llevaba cierta ventaja. Cuando intentaba provocar a Thrall, fue interrumpido por un Heraldo del Rey Exánime amenazando con la destrucción de Orgrimmar. De repente, la ciudad fue atacada por innumerables abominaciones, vermis de escarcha y algunos caballeros de la muerte. Thrall y Garrosh abandonaron el combate, posponiendo su enfrentamiento para otro momento.

Ambos lideraron a la Horda para repeler la invasión del Azote y gracias también a la ayuda de Varok, Sylvanas, Rehgar y otros defensores y aventureros. Tras el asedio, Garrosh volvió a preguntar si podía ir a Rasganorte a lo que Thrall, esta vez sí, aceptó.

Guerra en Rasganorte

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Garrosh fue nombrado Señor supremo de la Ofensiva Grito de Guerra, el ejército principal de la Expedición de la Horda. Su base principal se encontraba en el Bastión Grito de Guerra en Tundra Boreal, en la costa oeste de Rasganorte.

Al contrario que en su primera aparición en Nagrand donde se le veía oprimido y apático, Garrosh se mostró mucho más irritado y descuidado en su labor de comandante de la Horda. Su consejero, Varok – que bebió del mismo cáliz que Grom, el padre de Garrosh – no paró de advertirle que pensara antes de actuar tan salvajemente, temiendo que se repitiera la historia de la sed de sangre que condenó a la Horda antes de la muerte de Mannoroth. A menudo, ambos discutían sobre decisiones tácticas, sobre todo en lo que respecta al abastecimiento entre su emplazamiento de Tundra Boreal y los Renegados de Fiordo Anquilonal. Sin embargo, incluso cuando estaban en desacuerdo, Garrosh parecía tener el respeto del viejo guerrero orco. Varok le advirtió a Garrosh que si se pasaba de la raya en sus acciones contra la Alianza, lo mataría él mismo.

A pesar de los avisos de Varok, lo cierto es que la Horda y algunos de sus comandantes como la Conquistadora Krenna estuvieron más pendiente de luchar contra la Alianza que contra La Plaga. Las Colinas Pardas e incluso dentro de la Ciudadela Corona de Hielo, se vivieron importantes refriegas entre ambas facciones. La escalada de violencia se acrecentó cuando Garrosh descubrió que el responsable del ataque de La Plaga al Bastión Grito de Infernal no era otro que Kel’Thuzad, lo que significaba que Naxxramas no estaría lejos y que habría que hacer una parada inesperada antes de acabar con el Rey Exámine.

Sin embargo, ni la Alianza ni La Plaga eran las únicas amenazas en Rasganorte. Tanto Garrosh como Thrall fueron convocados de urgencia en Dalaran por Rhonin para tratar una nueva amenaza que se cernía sobre Azeroth; la de Yogg-Saron en Ulduar. Sin embargo cuando los orcos llegaron a la Ciudadela Violeta se produjo un incendente entre Garrosh y Varian que finalmente detuvo el propio Rhonin. El líder del Kirin Tor sugirió que la Horda y la Alianza debían trabajar conjuntamente para hacer frente a la nueva amenaza pero Garrosh y Varian no estaban muy por la labor y se mostraron recelosos a colaborar con quienes consideran su enemigo. Garrosh concretamente dijo que ‘un verdadero Jefe de Guerra nunca ayudaría a cobardes’. Tras la marcha del Rey Varian, Thrall se mostró decepcionado con el comportamiento de Garrosh.

Cuando la refriega llegó a Corona de Hielo, Garrosh, estuvo presente junto a Thrall, al Torneo Argenta, rodeados de varios campeones y representantes de la Horda. Garrosh en su línea habitual, desafió a Tirion para que los guerreros de la Horda y los héroes de la Alianza se enfrentaran en la arena para mostrar la fortaleza de los suyos. Cuando la lucha de desplazó definitivamente a la Ciudadela Corona de Hielo, Garrosh fue uno de los comandantes de las tropas de asalto al Trono Helado.

La devastación

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Tras la derrota del Rey Exánime, Garrosh se convirtió en el nuevo Jefe de Guerra de la Horda. Thrall, dada su condición del chamán vivo más poderoso que quedaba en el mundo, dejó el cargo en manos de Garrosh para unirse al Anillo de la Tierra en su intento de reparar el daño producido por Alamuerte. Garrosh remodeló completamente Orgrimmar, añadiéndole grandes defensas y recubrió parte de la ciudad con placas metálicas de color negro, igual que el Bastión Grito de Guerra en Rasganorte. También remodeló la ciudad, trasladando el Fuerte Grommash al Valle de la Fuerza y creó una zona para los refugiados goblin, liderados por Jastor Gallywix.

Ahora que ostentaba todo el poder de la Horda, sus desavenencias con el resto de líderes no se hicieron esperar. Vol’jin no aceptó el liderazgo de Garrosh, y a punto estuvieron de matarse mutuamente. El líder de los Lanza Negra meditó abandonar la Horda, pero en una conversación que tuvo con Thrall, este le dijo que había elegido a Garrosh porque era lo que el pueblo necesitaba, un héroe que les infundiera ánimos. Garrosh podía ser inexperto e impetuoso, pero Thrall lo había enseñado y bien, y confiaba en que llevaría a la Horda a una época de esplendor y grandeza. Los trol se quedaron finalmente en la Horda pero abandonaron Orgrimmar para establecerse por su cuenta en las Islas del Eco.

Por su parte, Cairne tras recibir noticias por parte de Hamuul Tótem de Runa acerca de un supuesto ataque de agentes de Garrosh sobre él, se presentó en Orgrimmar y tuvo más que palabras con Garrosh al que recriminó su actitud en Rasganorte. Lamentablemente para Cairne, el ataque había sido en realidad una emboscada perpetrada por miembros del Martillo Crepuscular, y el arma de Garrosh fue envenenada por una de las tauren que gozaba de su mayor confianza, Magatha Tótem Siniestro. Garrosh le infringió un pequeño corte a Cairne, que se quedó inmovilizado, sin poder reaccionar ante la siguiente estocada del orco que lo remató. Esto provocó una revuelta en Cima del Trueno, que fue tomada por los Tótem Siniestro y recuperada por el hijo de Cairne, Baine. Baine se reunió posteriormente con Garrosh en las Mil Agujas y, ante la sorpresa del orco que esperaba un combate de venganza, declaro a Magatha como la única responsable de la muerte de su padre, jurando lealtad a la Horda.

La relación entre Baine y Garrosh continuó cuando comenzaron a ser asaltadas las caravanas que transportaban agua desde Mulgore hasta Orgrimmar. Tras descubrirse que se trataba de un clan de jabaespines, Garrosh se desplazó hasta su madriguera junto a un puñado de guardias Kor’kron pero el elevado número de bestias y lo angosto del escenario hizo que Garrosh casí cayera víctima del cansancio de no ser por la intervención de Hamuul y el propio Baine.

Ofensiva en Vallefresno

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Tras la devastación del cataclismo, la inestabilidad de Azeroth, hizo que Garrosh quisiese reforzar Orgrimmar con nuevas empalizadas pero la falta de recursos madereros lo hacía complicado. El lugar más cercano era Vallefresno que se encontraba defendido por varios emplazamientos de elfos de la noche. A Garrosh no pareció importarle la presencia hostil en los bosques y, junto a varios magnatauros y protodracos capturados en Rasganorte, asaltó la Avanzada Ala de Plata.

La respuesta de los elfos de la noche no se hizo esperar y un grupo de centinelas lideradas por Tyrande apareció en escena. Sin embargo, poco pudieron hacer ante la fiereza de los magantauros. La propia Tyrande fue alcanzada por los arqueros orcos, lo que le otorgó a la Horda una ventaja táctica. Garrosh se mostraba exultante, saboreando la victoria allí donde su padre había luchado en tantas ocasiones en el pasado, sin embargo no contó con la llegada de los huargen liderados por Varian y Genn Cringris cuya fiereza puso a los magnatauros contra las cuerdas.

La lucha entre Varian y Garrosh era dificil de evitar dados los precedentes de ambos. Varian estuvo vigoroso en todo momento, mostrando un aguante nunca visto antes, hasta el punto de desarmar a Garrosh de su hacha y herirle. Un magnatauro separó a los dos combatientes y la guardia Kor’kron se llevó a Garrosh en retirada, no sin antes jurarle a Varian que lo mataría con sus propias manos.

Un beligerante Jefe de Guerra

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Garrosh comenzó pronto a demostrar que no era tan pacífico como Thrall. Su campaña en Vallefresno contra la Alianza así como su recelo hacia el resto de razas de la Horda, han demostrado que la diplomacia no es el fuerte del mag’har. Los orcos por contra han aplaudido sus acciones ya que creen en sus instintos de guerrero están más acorde con la verdadera naturaleza orca.

A raíz de esto, Orgrimmar ha incrementado la presencia de orcos mientras que el resto de razas han abandonado mayoritariamente la ciudad, al pensar Garrosh que no son lo suficientemente fuertes como para defenderla. Sin embargo, mientras Garrosh vea líderes poderosos, respetará a las razas que los obedecen, permitiéndoles pertenecer a la Horda.

Los goblin de Gallywix, fueron aceptados en la Horda gracias al componente estratégico que otorgaban sus invenciones mientras que a los renegados se les permitió la invasión de Gilneas, dadas las aspiraciones de conquista de la Horda en los Reinos del Este. Sin embargo, irritado por la primera derrota de las huestes de Sylvanas, Garrosh tuvo que enviar a su propio ejército de apoyo. Tras una conversación con la propia Sylvanas en el Bosque de Argénteos, donde comprobó la eficacia del poder nigromántico de las val’kyr, Garrosh, que desconfiaba de la Dama Oscura y quería estar informado de todos sus movimientos, dejó a uno de sus orcos de confianza, Cromush con la tarea de ‘escoltar’ a Sylvanas en el caso de que fuera atacada.

Y es que, Garrosh había prohibido el uso de la nueva plaga que habían desarrollado los boticarios reales debido a sus devastadores efectos y el nulo control que los orcos tenían sobre el veneno. Tampoco le hicieron gracia los experimentos con energía vil que llevó a cabo Durak en Vallefresno y reclamó su cabeza como castigo. Mientras estaba por la zona, Garrosh tuvo tiempo de reclutar a los trol de la tribu Rompelanzas para que ayudasen a la Horda a atacar a los elfos de Costa Oscura.

Algo más al sur, en Sierra Espolón, Garrosh ajustició al Señor supremo Krom’gar por perder su honor al haber provocado una matanza de inocentes en su misión de reclamar esas tierras para la Horda. También envió al Warlord Bloodhilt para recuperar los Baldíos del Sur antes de dirigirse a las nuevas zonas abiertas tras la devastación, ricas en recursos que Garrosh quería para la Horda.

A bordo de su propia nave voladora, Garrosh dio comienzo al asalto a las Tierras Altas Crepusculares, en un enorme despliegue aéreo contra el Martillo Crepuscular. Tras un inspirado discurso, Garrosh fue informado de la llegada de la flota de la Alianza y se dispuso a hacerles frente. Sin embargo su flota fue atacada a traición por Alamuerte y sus dragones crepusculares y su nave cayó al océano y dejando al Jefe de Guerra desaparecido en combate.

Sin la presencia de Garrosh, la Horda tuvo que pedir ayuda al Clan Faucedraco para enfrentarse a la Alianza pero, tras una negociación fallida con su maestro el Overlord Mor’ghor, la Horda, apoyó la rebelión de Zaela, que derrocó a Mor’ghor y sus orcos viles, justo a tiempo para ver la llegada de Garrosh, que había sobrevivido al accidente, a Dragonmaw Port y aceptar oficialmente a Zaela y los Faucedraco en la Horda.

Tras la victoria en las Tierras Altas, Garrosh puso su atención en sus propias filas, donde descubrió que Sauranok the Mystic lo había traicionado y trabajaba para el Martillo Crepuscular. Su cabeza fue otra de las que decoró las picas de las empalizadas de Orgrimmar.

La destrucción de Theramore

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El ansia de conquista de Garrosh le llevó a reunirse con el resto de líderes de la Horda para informarles que pensaba marchar sobre el Fuerte del Norte para conquistarlo y que el siguiente objetivo no era otro que Theramore, el hogar de Lady Jaina. Vol’jin y Baine no estaban muy conformes con la forma de proceder de su Jefe de Guerra, especialmente cuando veían que Malkorok, su guardaespaldas personal, parecía contar con el favor del líder orco más que ellos.

El Fuerte del Norte no tardó en caer y la marcha de guerra pronto llegó hasta las puertas de la ciudad amurallada. El plan secreto de Garrosh no estaba carente de cierta complejidad. En primer lugar, sabía que Jaina había pedido ayuda al Kirin Tor, de manera que se procuró un espía dentro de la ciudad. El elegido fue Thalen Tejecanto, uno de los magos enviados a defender Theramore que descuidó a propósito una zona que se le había asignado defender para que, durante el ataque de la Horda, sus agentes pudieran sabotear las defensas aéreas de la ciudad. En segundo lugar, Garrosh ordenó la retirada de sus tropas para, ya en la distancia y con la Alianza creyendo que habían ganado la batalla, ordenar lanzar sobre Theramore un zeppelín con una bomba de maná creada por los elfos de sangre, potenciada por el iris de enfoque que agentes de la Horda habían robado al Vuelo Azul. El resultado fue devastador, Theramore quedó destruida y casi la totalidad de sus habitantes perecieron.

La forma en que Theramore había caído no fue del agrado de Baine ni de Vol’jin que no entendían cómo Garrosh había sacrificado tantas vidas durante el ataque señuelo si pensaba usar otro camino para llevarse la victoria. Tampoco al Rey Varian le gustó mucho que la Horda hubiera atacado su principal puerto en Kalimdor y marchó en una flota naval hacia Durotar donde se encontró con los navíos de la Horda. El enésimo enfrentamiento entre Garrosh y Varian no tardó en producirse, sin embargo el Jefe de Guerra no contó con la presencia de un enemigo inesperado, Lady Jaina que había sobrevivido a la destrucción de su hogar y que había invocado un gran número de elementales de agua que marchaban contra los barcos de la Horda.

Garrosh tuvo que dar la orden de retirarse mientras veía como la Alianza reconquistaba el Fuerte del Norte. Ante la escalada de violencia que se había producido en tan poco tiempo, Garrosh proclamó que se avecinaban tiempos duros para la Horda, y que cualquier miembro, ya fuera adulto o niño debía luchar en la guerra que se aproximaba.

Guerra en Pandaria contra la Alianza…. y la Horda

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Tras enterarse que la Alianza había descubiertno un nuevo continente llamado Pandaria, Garrosh, envió una nave comandada por el General Nazgrim para que la conquistara para la Horda, visto que tenía abundantes recursos naturales que actualmente escaseaban.

De Pandaria llegó a Orgrimmar un pandaren llamado Ji Zarpa Abrasadora que puso a sus discípulos al servicio de Garrosh que los aceptó de buen grado.

Tras dos meses del comienzo de las hostilidades en Pandaria, el propio Garrosh se desplazó al nuevo continente en la flota de la Horda y nada más llegar, expresó la necesidad de eliminar cualquier presencia de la Alianza de las costas de Krasarang. Garrosh y Vol’jin tuvieron otro choque de opiniones en el recién construido Punto de Dominio, donde el Jefe de Guerra, cuyos movimientos eran a menudo criticados por el líder de los Lanza Negra, ordenó el asesinato de su rival bajo la apariencia de enviar al trol a una misión con la guardia Kor’kron. Vol’jin sobrevivió al atentado y decretó la ley marcial en las Islas del Eco para liberarlas de la presencia de los guardias de Garrosh. Thrall acudió a ayudar a Vol’jin y se hizo cargo del liderazgo de las islas en su ausencia. Ante el comportamiento de Garrosh, los aventureros de la Horda recibieron instrucciones para llevarle al Jefe de Guerra la noticia de la muerte de Vol’jin y permanecer cerca de su círculo de influencia recabando información por si hubiera más miembros de la Horda descontentos. De este modo, si llegaran a encontrar un número significativo, se pudiera formar una coalición que evitara que Garrosh destruyera la Horda con sus decisiones.

El robo de la campana divina

Garrosh viajó al Santuario de las Dos Lunas junto a Malkorok, Ishi y Lor’themar Theron. Allí se enteró por Malkorok de las reglas que regían el imperio mogu, así como su tecnología. En particular, Garrosh mostró un especial interés en el hecho de poder crear nuevos guerreros y poder aumentar sus poder durante la batalla. Garrosh envió una expedición liderada por Fanlyr Espinaplata al Alto Ancestral para recabar información sobre artefactos mogu y se alegró cuando el elfo regresó con información sobre la [Campana divina].

Theron y su regimiento fueron enviados a Mogujia donde fueron sobrepasados por el poder de los mogu y sufrieron numerosas bajas. Garrosh recriminó al Regente de Quel’Thalas su debilidad y éste al Jefe de Guerra que sólo utilizara a los elfos de sangre como carne de cañón. Finalmente, el propio Garrosh utilizó la Aullavísceras para casi acabar con Shan Kien, el líder mogu que se encontraba en una de las tumbas del Valle de los Emperadores en la Cima Kun-lai. Solo la intervención de Fanlyr disuadió al orco de acabar con su vida ya que podía ser el único en conocer la localización de la campana divina. Garrosh aceptó pero advirtió a Fanlyr que de no sonsacarle la información, su cabeza acabaría en una pica en las afueras de Orgrimmar.

Afortunadamente para el mago, Baine le ayudó a descubrir el paradero de la campana gracias a un brebaje con el que penetró en los recuerdos del guerrero mogu. El tauren intervino en la discusión entre Garrosh y Lor’themar en el Avance Garrosh’ar advirtiendo del poder corruptor de los sha. Garrosh dejó claro que la Horda controlaría ese poder mientras que Theron regresó a Lunargenta disgustado con la forma de actuar del líder de la Horda, llegándose a plantear retomar viejas Alianzas.

Antes de que la Horda pudiera hacerse con la campana divina, los kaldorei se adelantaron y la trasladaron a Darnassus. Enfurecido, Garrosh envió a Fanlyr a recuperarla. El mago consiguió penetrar en la capital de los elfos de la noche gracias a los portales que los Atrcasol tenían en Dalaran. Cuando Jaina descubrió el robo y descubrió el portal, dedujo que los Atracasol habían sido los responsables y encarceló a su líder Aethas Atracasol mientras realizó una purga de elfos de sangre por toda Dalaran. Aethas pudo escapar a Lunargenta gracias a la intervención de Rommath, donde de nuevo Garrosh volvió a ser el objetivo de las iras de Lor’themar.

Más tarde, Garrosh reunió a las fuerzas de la Horda en el Tramo del Emperador y les mostró la campana divina. Tras un discurso sobre el gran destino que aguardaba a la Horda, cuyos miembros perderían el miedo a partir de ahora, Garrosh hizo sonar la campana e inmediatamente sus guardias kor’kron se transformaron en Sha. Fue entonces cuando intervino el príncipe Anduin Wrynn que trató de prevenir a Garrosh para que no volviera a utilizar el artefacto mogu. La respuesta del Jefe de Guerra fue volver a usarla sobre su campeón Ishi para que se enfrentara a la escolta de Anduin mientras él se encargaba del príncipe de Ventormenta. Anduin utilizó la marra armónica para convertir el caos de la campana divina en pura armonía. Esto aturdió a Garrosh que destrozó la campana provocando que sus escombros cayeran sobra Anduin, destrozando sus huesos. Creyendolo muerto, Garrosh se marchó volando pensando en el sufrimiento que rey Varian sentiría por haberse atrevido a desafiarle. Aunque la campana divina había sido destruída, Garrosh siguió convencido en encontrar la manera de dominar la energía de los Sha.

La Rebelión contra un nuevo y poderoso Garrosh

Cansados de su belicismo constante, una gran parte de la Horda decidió ponerse en contra de Garrosh que marcó a todos los Lanza Negra como traidores, obligándoles a abandonar sus posiciones en Orgrimmar y ejecutando a quien consideraba oportuno. No es esta la única tensión racial de la capital de la Horda ya que el Valle de los Espíritus fue tomado por los Kor’kron y todos aquellos que no fueran orcos, fueron expulsados, entre ellos ilustres miembros históricos como los tauren. Durotar se estaba convirtiendo en un polvorín que no tardó en explotar cuando la Rebelión Lanza Negra conquistó las Islas del Eco y Cerrotajo ayudados por Thrall, Chen, Baine y el propio Vol’jin mientras que Lor’themar los apoyaba desde Pandaria. La Alianza por su parte también había enviado efectivos del IV:7 para servir de ayuda a la rebelión. Para defender sus posiciones, Garrosh pidió ayuda a Zaela y Nazgrim así como a mercenarios para complementar sus fuerzas.

Por su parte, Garrosh no había cejado en su empeño de encontrar y utilizar los ancestrales artefactos escondidos en Pandaria. Tras fracasar con la campana divina, sus exploradores goblin, encontraron un gran poder bajo el Valle de la Flor Eterna y lo ocultaron bajo la Sima Ígnea de Orgrimmar. Dicho descubrimiento era ni más ni menos que el el corazón del fallecido Dios Antiguo Y’Shaarj; un objeto que podría proporcionar a Garrosh un gran poder siempre y cuando consiguiera devolverlo a la vida.

Para tal misión, Garrosh planeó utilizar las pozas sanadoras del Valle de la Flor Eterna, aunque para hacerlo, debía enfrentarse al Shadopan. Justo a la entrada de las pozas, Taran Zhu plantó cara al señor de la Horda, tratando de poner fin a la devastación que había traído a Pandaria pero solo consiguió acabar empalado en Aullavísceras mientras veía como Garrosh abría el cofre que contenía el contenedor del corazón del dios antiguo y lo lanzaba a la poza mientras proclamaba la superioridad de su nueva Horda y retando a todo aquel que se opusiera a él, a derrotarlo.

Mientras hablaba, la energía malvada del sha comenzó a brotar de la poza y a extenderse por todo el valle dejándolo visiblemente dañado. Cuando el ritual de purificación terminó, llevó el corazón a su santuario personal bajo el Búnker, un enorme complejo situado bajo la Sima Ígnea que reforzó con sus aliados más poderosos, con la intención de proteger su nuevo poder de todo aquel que osara arrebatárselo.

Los ejércitos de Azeroth no tardaron en llegar a Durotar y sitiar Orgrimmar. Una incursión liderada por Thrall y Varok consiguió traspasar sus puertas y llegar hasta el Búnker, bajo la Sima Ígnea donde se enfrentaron a los horrores que Garrosh había creado. Gracias a los aventureros de la expedición, Garrosh fue derrotado. Su castigo iba a ser la muerte a manos de Thrall, pero en última instancia Varian y Taran Zhu mediaron para que Garrosh fuera encadenado y juzgado en Pandaria. Mientras, su posición al mando de la Horda, fue tomada por Vol’jin que se convirtió en el primer Jefe de Guerra no orco de la historia de la Horda.

Juicio en Pandaria y huida a Draenor

Esta sección aborda contenido exclusivo de Warlords of Draenor.

Garrosh fue llevado a Pandaria a la espera de juicio por sus crímenes pero consiguió escapar con la ayuda de Kairoz que lo transportó al pasado junto con Zaela para tratar de alterar la historia de Draenor.

En su tierra natal, Garrosh se convierte pronto en una figura prominente dentro de la Horda de Hierro, como líder del clan Grito de Guerra mientras que su padre, gobierna sobre todos los clanes. Garrosh es el responsable de la marcha que invadió Azeroth a través del Portal Oscuro comadnada por Zaela para activar un poderoso artefacto en Cumbre de Roca Negra Superior que podía hacer entrar en erupción a la Montaña Roca Negra y acabar con todas las tierras adyacentes, incluída Ventormenta.

El plan de Garrosh incluía proveer a la Horda de Hierro de tecnología del presente, de modo que encargó su desarrollo a Pauli Rocketspark y la Blackfuse Company en el interior del Grimrail Depot.

Muerte

Sin embargo, Garrosh es derrotado por Thrall, cuando este solicita un Mak’gora en Grommashar. Ambos se batieron en las Stones of Prophecy, el futuro emplazamiento de Garadar, donde Garrosh encuentra la muerte.

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The Burning Crusade

Esta sección aborda contenido exclusivo de The Burning Crusade.

Garrosh aparece como el “Hijo de Grito Infernal” como líder de los Mag’har en Garadar. Se muestra como un gobernante débil, incapaz de confesar sus fracasos a la Abuela Geyah. Tras la visita de Thrall a Terrallende, se redime al conocer el verdadero y heroico final de tuvo su padre, sacrificándose por todos los orcos.

Wrath of the Lich King

Esta sección aborda contenido exclusivo de Wrath of the Lich King.

Con el lanzamiento de la expansión, Garrosh se encargaba de dar la bienvenida a los jugadores de la Horda a Rasganorte, donde los recibía en el Bastión Grito de Guerra de la Tundra Boreal. Allí les encargaba distintas misiones por los alrededores.

En el Parche 3.2, Garrosh aparece en el Coliseo de los Cruzados del Torneo Argenta presenciando las Prueba del Cruzado y la Prueba del Campeón.

A partir del parche 3.3.2, Garrosh aparece en el Martillo de la Luz dentro de la Ciudadela Corona de Hielo, proporcionando la mejora Grito de guerra de Grito infernal a los grupos de jugadores de la Horda.

Cataclysm

Esta sección aborda contenido exclusivo de Cataclysm.

Durante los eventos previos al cataclismo, Garrosh aparece en el Valle del Honor de Orgrimmar, defendiendo la ciudad contra las oleadas de elementales que trataban de invadir la capital de la Horda.

La situación natural de Garrosh durante Cataclysm es Orgrimmar, donde reside casi todo el tiempo y donde está involucrado en numerosas misiones. Sin embargo, puede vérsele mientras se están realizando diversas misiones alrededor de Azeroth.

En H [11] La llegada del Jefe de Guerra, durante la invasión de Gilneas, Garrosh llega al Alto Mando Renegado donde tiene una conversación con Sylvanas. La Dama Oscura le muestra la eficacia de las val’kyr como método para resucitar a los renegados caídos, solucionando el problema de la imposibilidad de procrear que tiene su pueblo. Garrosh se muestra desafiante e insulta a Sylvanas, recordándole que cada vez hay menos diferencias entre ella y el Rey Exánime.

También aparece en Sierra Espolón durante la misión H [30] Para pertenecer a la Horda… en la que mata al Señor supremo Krom’gar cuando descubrió que uno de sus generales había asesinado a varios inocentes que se encontraban estudiando en Thal’darah Grove. Krom’gar usó una potente bomba para borrar del mapa la arboleda, lo que le llevó a enfrentarse a Garrosh que le recriminó su forma de actuar y lo relevó del cargo en favor del High Chieftain Cliffwalker.

Cuando se produce la invasión a las Tierras Altas Creusculares, Garrosh aparece en un zepelín, sobrevolando la parte norte, antes de caer al mar, debido al ataque de Alamuerte y sus dragones crepusculares. Más tarde, durante H [84] Muerte a Mor’ghor, aparece en el Puerto Faucedraco y manda ejecutar a Mog’hor, nombrando a Zaela, nueva líder de los Faucedraco.

Mists of Pandaria

Esta sección aborda contenido exclusivo de Mists of Pandaria.

Garrosh es el enemigo final de la mazmorra del “Asedio de Orgrimmar”, lanzada en el Parche 5.4, donde Horda y Alianza penetran en la capital orca para poner fin al reinado del Jefe de Guerra.

Misiones

Desde su posición en Nagrand:

  • H [66] Mensaje para Garadar
  • H [67] Invasores Sangreoscura
  • H [67 Grupo] El tótem de Kar’dash
  • H [68] Una visita a la Abuela
  • H [68] El inconsolable jefe
  • H [68] No hay esperanza

Desde su posición en Orgrimmar:

  • H [1-85] Un regalo para el Jefe de Guerra (evento de Amor en el aire)
  • H [11] Un mensaje para Garrosh
  • H [11] Informa al jefe de personal
  • H [12] Caminar con la Madre Tierra
  • H [15 Mazmorra] Enemigos debajo
  • H [21] Encuentro con el Jefe de Guerra
  • H [21] Fidelidad a la Horda
  • H [22] Disculpas
  • H [23] Cabeza de redención
  • H Caballero de la Muerte [55] La bendición del Jefe de Guerra
  • H [60] Señor de Roca Negra
  • H [84] Sauranok indicará el camino
  • H [84] ¡La orden del Jefe de Guerra: Tierras Altas Crepusculares!
  • H [84] Máquinas de guerra
  • H [84] Armas de disfunción masiva
  • H [84] ¿Dónde está mi flota?
  • H [84] El Jefe de Guerra estará complacido
  • H [84] Cebo para traidores
  • H [84] Regreso a las Tierras Altas

Desde su posición en Tundra Boreal:

  • H [71] El campeón de Grito Infernal
  • H [71] La vigilia de Grito Infernal
  • H [71] Las Llanuras de Nassam
  • H [71] Mensaje para Grito Infernal
  • H [71] Llegan los refuerzos…
  • H [71] Trofeos de Gammoth
  • H [71] Una empresa insensata
  • H [71] La carga de Nork Ansiasangre

Desde su posición en las Tierras Altas Crepusculares:

  • H [84] Muerte a Mor’ghor
  • H [84] Asegurar la cabeza de playa

En Pandaria:

  • H [90] El poderío del Jefe de Guerra
  • H [90] El alzamiento de un imperio
  • H [90] Secretos enterrados
  • H [90] Se avecina tormenta
  • H [90] El aliento de la sombra tenebrosa

Armadura de Garrosh

Tras el Parche 4.0.3a, la calavera de Mannoroth ha sido trasladada al Fuerte Grommash en el Valle de la Fuerza de Orgrimmar. La calavera se puede ver al llegar al trono de Garrosh y los colmillos fueron cortados y fusionados a las nuevas hombreras de Garrosh.

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2 comentarios

    • Atreyu el 17 mayo, 2017 a las 12:45 pm
    • Responder

    Amigos, este orco antes era bueno, pero despues se convirtio en un cabron de primera, y por eso el Thrall le metio su buena paila en el Warlords of Draenor

    • Grommash el 30 junio, 2020 a las 3:15 pm
    • Responder

    joder me llena de ORGULLO ESE HOMBRE el era un loco desquiciado, (una sylvanas version hombre) pero simplemente el orgullo fue lo q lo mato, el al ver que la Horda habia pasado x tanto ese sentimiento lo cego y se volvio nada mas y nada menos q una maquina de matar, sus pasiones y convicciones lo llevaron a la ruina pero a pesar de todo es un jefe de guerra q parece respeto pq siempre actuo bajo la consigna LOKTAR OGAR (victoria o muerte en orco) y tambien *POR LA HORDA ANTE TODO*… muy buena esa historia Leoric, llore al final cuando lo mataron

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